29 de marzo de 2013

Volver a escribir




Muchas veces,
nos sentamos a escribir sin poder soltar aunque sea una palabra,
sin poder hilar por lo menos un verso,
o simplemente dar a conocer una idea o frese,

En esos momentos en donde el pensamiento va a mil,
en donde el corazón late más que nunca,
en donde los sentidos, están puestos en mis ojos cerrados,
e impulsando mis dedos para poder traspasar cada letra,
en ese momento me detengo unos segundos y observo mi vida.


Al parecer,
de la nada logre llegar hasta esta línea,
hilar sin querer una prosa, desde lo más profundo de mi ser,
vuelvo a abrir los ojos,
y es cuando un hielo se apodera de mis dedos
no encuentro como seguir escribiendo
me detengo…

han pasado unos segundos,
las falanges se van soltando nuevamente,
las muñecas van tomando su temperatura normal,
mis dedos acarician otra vez, tecla a tecla,
y sin parpadear clavo los ojos en la pantalla,
vuelvo a sentir,
como fluyen las ganas de escribir.

ya no recuerdo que es lo que primero pensé,
ni siquiera la razón por la que me senté a escribir,
pero aun así,
me siento vivo,
solté la mochila pesada de los pensamientos,
y me lance al mar infinito de las palabras,
y volví a respirar, volví a sentir, volví a disfrutar,
no sé si es un pensamiento o un desahogo,
solo sé, que en un abrir y cerrar de ojos,
lo logre.

Volví a sentir,
volví a escribir,
como la mejor de las drogas,
dando el mejor de los placeres,
siento las letras danzar en mi mente,
retumban las vibraciones de las palabras en mi pecho,
vuelvo a ser libre,
vuelvo a vivir,
lo logre,
volví a escribir,
por fin lo logre.

Volví a escribir.